martes, 14 de octubre de 2014

Cuatro mil días después de aquel año obcecado, detecto que al fin te dignaste a acudir a aquella cita inaudible.. Y me alegro ( y me enfado a la vez ) 
Después de estudiar con cuidado este caso, ejerciendo a la vez de fiscal y abogado, de juez imparcial: Sentencio lo nuestro diciendo que el fallo más más grande pasó por guardar solamente los días más gratos y olvidar los demás. 
Mirarte de frente. 
Admito en voz alta que no pocas veces he sido tentado en coger mi esperanza y lanzarla sin más a la fosa común donde yacen los sueños que nos diferencian. 
Tal vez, ¿has pensado en renunciar? 
Yo aún no. 

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