Cada día más convencida de que quién más habla, más tiene que callar. De que el que más pide, luego es el que menos da. Que las decepciones vienen de quién menos lo esperamos. Que no hay que fiarse ni de tu sombra. Que la felicidad solo puede depender de uno mismo. Que mejor no esperar nada de nadie para después no llevarse el golpe. Que quién más promete, al final es el primero en irse. Que la gente cambia y por desgracia a peor.
Pero sobretodo, que no es lo mismo que te prefieran a que te elijan.
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