sábado, 8 de noviembre de 2014

Por qué no se habla de aquellos que se esconden en un verso porque es la única manera de poder entender todo lo que llevan a sus hombros, aquellos que sienten que sonreir es únicamente otra excusa que darles para que les partan los dientes, quien  les dice 'para' a los que necesitan la velocidad para hacer latir su corazón, los que se enganchan a los precipicios, se hacen adictos al vicio que supone vivir sin frenos. Besos, besos, noches que son precipicios, caídas libres que te hacen palpitar tan tan rápido que no puedes contar el latido por segundo. Y la razón te pide que frenes, te recuerda que nos sabes volar y que vas a caer en picado, que esta vez no te puedes enamorar. Qué te hizo pensar que podrías ordenar este caos de cabeza y corazon, qué te hizo creer que podria reemplazar el dolor de un papel en blanco por un tarasco a beso o muerte. El tiempo te ha enseñado que yo soy mas de versos y de buscar la suerte en los lugares menos indicados, que la busco en bocas que contaban mentiras y que miras por donde miras solo vas a encontrar a una persona perdida. No es culpa tuya todo esto, yo ya estaba perdida antes de conocerte, ya era un desastre, ya era demasiado niña para la vida y demasiado mujer para el amor. Y aunque es cierto que contigo aprendí a ver el vaso medio lleno deberías saber que solo me ha servido para ahogarme.

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