domingo, 11 de mayo de 2014
un desahogo al año no hace daño.
Que mejor que hacer un domingo a las 00:16 que pararme a pensar. Aunque no sé exactamente en qué. Tal vez en lo que tengo dentro, pero ni eso sé. Por tener, no tengo nada. Nada que me motive, que me haga despertarme pensando 'hoy me como el mundo', más bien el que me come es él a mi. No tengo una pizca de interés por absolutamente nada de lo que hago ni de lo que voy a hacer. Ni tampoco ilusión. Ni ganas. Con esto no quiero decir que las tuviera en un pasado, simplemente que ahora me veo rendida. No sé de qué exactamente. No puedo decir que esté mal por algo por que no es así, pero me canso de que sea siempre lo mismo. De que pasen los días y sean todos iguales. Y con la misma gente que no aporta nada. La verdad, me cansais tanto. Me cansa ver como vais de diferentes y sois todos iguales. Pero bueno, siempre quedan personas salvavidas, y por eso puedo dar las gracias muy fuerte porque a mi me ha tocado a una muy grande,capaz de salvar los malos días, las malas semanas e incluso las malas rachas. Rachas en las que,por increible que parezca, no tengo ni ganas de que sea verano. Si total, los días van a ser tan iguales como son ahora. Queda la esperanza de que llegue el día en el que levantarme sea una oportunidad para vivir una emoción nueva, o simplemente levantarme con ganas de vivir ese día por algo, lo que sea, pero algo que me llene. Porque es tan aburrido esto de sentirme tan vacía por dentro.
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