- No, estoy enfadada. -Dije con voz de niña pequeña, en realidad era incapaz de enfadarme con él.
- Sabes que acabaras haciéndolo, siempre lo haces. Siempre me salgo con la mia.
- Esta vez no, ¡me tienes harta! ¿Qué hay de malo en ir haciendo un poco el tonto por la calle? Soy feliz. Y los que miren raro será que no saben lo que es estar enamorado.
- Anda tonta, ven aquí. - Me abrazo fuerte y la "pelea" acabo cinco segundos más tarde cuando nos fundimos en un profundo beso.
Tenia razón, siempre se salia con la suya, tenia ese poder sobre mi.
Tenia razón, siempre se salia con la suya, tenia ese poder sobre mi.
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