domingo, 17 de febrero de 2013

Perder el orgullo por no perderte a ti.

Mirar el móvil y no ver nada. Un whatsapp que no llega y dos personas que por más que lo intentan, no encajan. No sé si es la vida o yo, la caprichosa de esta historia  pero sé que lo que llevo por dentro quema más de lo que debería y que esto de que no suene el móvil me está volviendo loca.

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