miércoles, 17 de septiembre de 2014

Tú te has quedado dormido y yo ya estoy otra vez haciendo balances, y al final solo consigo marearme de tanto balanceo entre semana y entre tus caderas, que tú y yo sabemos de sobra que algunas cosas saben mejor a oscuras o al contraluz de las farolas de las afueras. Porque supongo que dentro de una caja de cristales que se empañan por culpa de dos respiraciones nos sentimos mejor si el miércoles ha sido más gris que de costumbre. Que ambos sabemos que algunas sonrisas nacen solo entre beso y beso, y que algunos besos, y aquí no puede caber más verdad, los causan solo ciertas sonrisas. Me gusta pensar que a este ritmo nos querremos pronto, pero me acojona la idea de que se nos vaya todo de las manos como la mayoría de las cosas que resbalan. Y había estado todo el día lloviendo.

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