lunes, 9 de septiembre de 2013

Cada día me doy más cuenta de lo fácil que es reemplazarme. Yo estoy ahí dando todo lo que puedo por cada persona importante para mi, y lo único que recibo de vuelta es nada. Eso, nada. Pero de todo se aprende dicen. A partir de ahora solo voy a pensar en mi, en mi, y después, en mi. En lo que yo quiera y me haga feliz a mi. No voy a seguir siendo la tonta e inocente que se da cuenta de las cosas pero se calla. De la que está cada segundo ahí sin recibir nada a cambio. A mi también me gusta ver como la gente se preocupa por mi. Y mejor solo que mal acompañado, dicen.

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