Hoy, 21 de junio, empieza el verano y las vacaciones y lo normal en una persona de mi edad es estar feliz. Pues yo debo de ser la excepción. Hoy se acaba el curso, pero no un curso cualquiera que olvidas en dos días, no, un curso que me ha hecho conocer a gente y pasar momentos onolvidables con ellos. Un curso en el que me han pasado un montón de cosas buenas, aunque como siempre, también malas. Pero prefiero quedarme con las buenas. Un curso que no ha dejado de soprenderme y siempre para mejor. Un curso que ha costado sacar, pero todo esfuerzo tiene su recompensa. Y la verdad, yo habría alargado el día del jueves un poquito más. Por lo menos hasta que se acabara el curso del año que viene. Un curso en el que ya no volveré a pasar momentos con ninguna de esa gente, ni con mis amigas, incluso ni en el mismo colegio. Las cosas nunca suelen ser como quieres y esta es una de esas veces. No sabeis lo duro que es tener que marcharse sabiendo que todo va a cambiar por mucho que intentes autoconvencerte de que va a seguir igual. Saber que no volverás a repetir esos momentos que te han hecho felices en su día y que no te cansarías de repetirlos. Saber que ya no vas a ver a tu gente cuando entres por la puerta de clase. Ahora será totalmente distinto, no estarás dónde tu querrías estar ni con la gente que tu querrías estar. Solo espero que estos dos años se pasen rápido, y por supuesto, que esto no sea un adiós si no un hasta pronto. Y ya solo me falta añadir: SOIS LOS MEJORES.
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